El Ayuntamiento de Caravaca recupera la fachada barroca trasera del edificio consistorial oculta durante décadas.


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Los trabajos han consistido en un minucioso trabajo de estudio, limpieza y restauración de los elementos originales del siglo XVIII, retirando previamente la capa de mortero de cemento. José Francisco García ha señalado “con la recuperación de esta fachada seguimos avanzando en la puesta en valor del rico patrimonio histórico de Caravaca”. Esta fachada constituía la antigua puerta de entrada al pueblo de Caravaca, por el antiguo camino de Calasparra.

El Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz ha culminado recientemente las obras de rehabilitación de la fachada trasera del edificio consistorial, una actuación que ha permitido recuperar su diseño original de estilo barroco del siglo XVIII.

La fachada, con acceso por las calles Puentecilla e Ingeniero Oñate, se convierte en un nuevo atractivo tanto para los caravaqueños como para los visitantes que cada día recibe la ciudad, pues había permanecido oculta durante décadas bajo un revestimiento de mortero de cemento.

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El alcalde de Caravaca, José Francisco García, ha presentado el resultado de los trabajos, acompañado por el concejal de Obras, José Antonio García, así como por técnicos municipales y responsables de la empresa adjudicataria, Rehabilitaciones y Construcciones Galán e Hijos. Durante la visita, el alcalde ha subrayado que “con la recuperación de esta fachada también recuperamos una parte de nuestra memoria y seguimos avanzando en la puesta en valor del rico patrimonio histórico de Caravaca”.

José Francisco García ha hecho, igualmente, referencia a otras actuaciones ya ejecutadas o actualmente en marcha en el ámbito de actuación del casco histórico de la ciudad. Algunos de estos proyectos son la pavimentación de la explanada del Castillo y la renovación del sistema de iluminación del conjunto monumental, la creación de una zona verde en los antiguos huertos de la manzana Europán, así como la creación de la Plaza de los Armaos en el espacio que ocupaba una vivienda en ruinas.

El arquitecto municipal, José Manuel Alcázar, ha detallado que, una vez iniciaron las obras, al retirar los revestimientos de cemento, se descubrió la fachada original de traza barroca. “A partir de ahí, se llevó a cabo un minucioso estudio, limpieza y recuperación de los elementos originales, devolviéndole a la fachada su aspecto primitivo”, ha detallado.

Entre las actuaciones realizadas destaca la restauración del ladrillo visto, los paños de mortero de cal y el rejuntado con acabado en V, una técnica característica de la arquitectura barroca y renacentista que resalta el relieve y la profundidad del diseño. También se han recuperado los balcones y ventanas originales, lo que ha afectado a la distribución del Salón de Plenos y de unas dependencias situadas en la tercera planta del edificio.

Además de la fachada, el proyecto ha incluido la restauración del arco característico de la Casa Consistorial, así como trabajos de recuperación en elementos de forja, carpintería y portones de piedra que sirven de acceso principal al edificio.

La actuación ha contado con una inversión de 50.000 euros, financiada a través de las ayudas gestionadas por la Sociedad para el Desarrollo Rural Integral, con fondos europeos LEADER y de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, en el marco del Programa de Desarrollo Rural para la recuperación patrimonial y paisajística. También se ha destinado una aportación municipal de más 14.000 euros. Un edificio histórico

El acuerdo para la construcción del edificio del Ayuntamiento se tomó en 1737, aunque las obras dieron comienzo dos años más tarde, de manos de Antonio del Campo, Pedro Briz y Miguel Molinero, maestros de obras de Caravaca, estos dos últimos abandonarían poco después. Se sabe con exactitud que el primer cuerpo, así como la mayor parte del edificio de la antigua cárcel y el arco son de Antonio del Campo, el cual abandonaría los trabajos en febrero de 1746. En este contexto, se acordó continuar las obras de acuerdo a nuevos planos ejecutados por Jaime Bort

Las obras principales concluyen en 1762 y el 3 de enero de 1763 quedó inaugurada la sala del Ayuntamiento ubicada sobre el arco de la Plaza, actual Salón de Plenos. A la izquierda, sobre unas casas que amenazaban ruina, se construyó en 1807 el Almudí (almacén de compra y venta de grano) en la planta baja y un cuartel para las tropas en la planta alta (hoy dependencias municipales). El almudí estuvo habilitado como tal hasta la Guerra Civil, tras la cual pasó a convertirse en dependencias municipales, como permanece hasta la fecha.

El edificio constituía la bienvenida al pueblo de Caravaca, cuyo acceso se realizaba por la calle Puentecilla, a la que se accedía por el antiguo camino de Calasparra, por lo que era la puerta principal de la Ciudad en el siglo XVIII.

Descripción de la fachada: (extracto del libro, Casa-Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz (Murcia) Obra de Jaime Bort (S. XVIII) de Gregorio Sánchez Romero): […] “El cuerpo principal de la Casa-Ayuntamiento de Caravaca, el que configura la Sala de Ayuntamiento y da personalidad a la hoy denominada, por fin, Plaza del Arco, deja entrever claramente su similitud con el de la Casa-Ayuntamiento de Cuenca, obras ambas en su esencia del mismo autor: JAIME BORT.

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